Cáncer de Próstata

El cáncer de próstata es la presencia de un tumor de comportamiento maligno en la glándula prostática. A diferencia de la Hiperplasia Prostática Benigna, no suele generar síntomas en sus etapas iniciales, y puede progresar y generar metástasis, por la cual es importante su diagnóstico precoz para determinar el mejor tratamiento a seguir.

Es uno de los tipos más comunes de cáncer. En Argentina, según el Instituto Nacional del Cáncer (INC), se diagnostican por año más de 11 mil casos de cáncer de próstata, registro que representa el 20% de todos los tumores malignos en varones y el 9% de la totalidad de cánceres del país.

Muchos cánceres de próstata crecen lentamente y permanecen limitados a la glándula prostática, en donde pueden no causar daño grave. Si bien estos tipos crecen lentamente y pueden necesitar un tratamiento mínimo o no necesitar ningún tratamiento, otras presentaciones son más agresivas y requieren una terapia oportuna e individualizada para cada paciente. Esta diferenciación y correcta caracterización de cada caso actualmente se considera la clave para un tratamiento adecuado del Cáncer de Próstata.

Síntomas

El cáncer de próstata puede no provocar signos ni síntomas en sus primeros estadios, por lo que los controles de salud (examen físico, análisis de PSA, etc.) cobran vital importancia. El cáncer de próstata que está más avanzado puede causar signos y síntomas como:

• Problemas para orinar
• Disminución en la fuerza del flujo de la orina
• Sangre en la orina
• Sangre en el semen
• Dolor de huesos
• Pérdida de peso

Causas

Las causas del cáncer de próstata no son claras.
Se sabe que el cáncer de próstata comienza cuando las células en la próstata presentan cambios en el ADN. Los cambios instruyen a las células que crezcan y se dividan más rápidamente que las células normales. La acumulación de células anormales forma un tumor que puede crecer e invadir el tejido cercano. Con el tiempo, algunas células anormales pueden desprenderse y esparcirse (hacer metástasis) hacia otras partes del cuerpo, siendo los ganglios de la pelvis y los huesos las estructuras más frecuentemente afectadas.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de próstata son los siguientes:

• Edad avanzada. El riesgo de tener cáncer de próstata aumenta con la edad. Es más frecuente después de los 50 años de edad.
• Antecedentes familiares. Si se ha diagnosticado con cáncer de próstata a un familiar cercano, como un padre, hermano o hijo, quizás tu riesgo sea más alto. También, si tienes antecedentes familiares de genes que aumentan el riesgo para cáncer de mama (BRCA1 o BRCA2) o antecedentes familiares significativos de cáncer de mama, tu riesgo para cáncer de próstata quizás sea más alto.
• Obesidad, dieta alta en grasas.

Diagnóstico
Detección Temprana

Los exámenes para detección temprana del cáncer de próstata podrían incluir:

Tacto rectal: Durante un examen rectal digital, el médico inserta un dedo con guante lubricado en el recto para examinar la próstata, que está situada al lado del recto. Si el médico encuentra alguna anormalidad en la textura, la forma o el tamaño de la glándula, podrías necesitar otros exámenes.

Análisis de antígeno prostático específico: Se extrae una muestra de sangre y se analiza para detectar la presencia del PSA, una sustancia que la próstata produce naturalmente. Es normal que haya una pequeña cantidad de PSA en el torrente sanguíneo. Sin embargo, si se encuentra un nivel superior al normal, podría indicar que hay una infección, una inflamación, un agrandamiento, o cáncer en la próstata.


Si se detecta una anormalidad en los exámenes para detección de cáncer de próstata, el médico puede recomendar pruebas, como las siguientes, para determinar si tienes cáncer de próstata:

Resonancia Magnética Multiparamétrica de Próstata: En algunas situaciones, una Resonancia Magnética puede ayudar a tu médico a planear un procedimiento para extraer muestras de tejido de la próstata.

Biopsia de próstata. Para determinar la presencia de células cancerosas en la próstata, el médico podría recomendar un procedimiento para recolectar una muestra de células (biopsia de próstata). La biopsia de próstata generalmente se realiza usando una aguja fina que se inserta en la próstata por vía trans rectal o trans perineal. La muestra de tejido se analiza en un laboratorio para determinar si hay células cancerosas presentes.

La Biopsia Prostática por Fusión combina las ventajas de la sensibilidad de la Resonancia Magnética con la posibilidad de realizar biopsias dirigidas de la Ecografía, mejorando las posibilidades de diagnóstico.

Estadificación

Cuando la biopsia confirma la presencia de cáncer, el siguiente paso es determinar el nivel de agresividad (grado) de las células cancerosas. El médico en un laboratorio examina una muestra de las células de cáncer para determinar en qué difieren las células cancerosas de las células sanas. Un mayor grado indica un cáncer más agresivo con mayor probabilidad de propagarse rápidamente.

Las técnicas usadas para determinar la agresividad del cáncer incluyen:

• Puntuación de Gleason
• Pruebas genómicas.


Determinar si el cáncer se ha diseminado.

Una vez que se haya confirmado el diagnóstico, el médico trabaja para determinar el estadio (etapa) del cáncer. Se pueden recomendar pruebas de diagnóstico por imágenes como las siguientes:

• Centellograma óseo
• Tomografía computarizada
• Imágenes por resonancia magnética
• Tomografía por emisión de positrones (PET)

No todas las personas deben hacerse todas las pruebas. El médico ayudará a determinar qué pruebas son las mejores para tu situación individual.

Tratamiento

Tus opciones de tratamiento para el cáncer de próstata dependen de varios factores, como la rapidez con que crece el cáncer, cuánto se diseminó y tu salud en general, así como los posibles beneficios o posibles efectos secundarios del tratamiento.

Conducta Expectante y Vigilancia Activa

El cáncer de próstata de grado bajo quizás no necesite tratamiento inmediato. Para algunos, quizás nunca se necesite el tratamiento. A veces, los médicos pueden ofrecer comenzar un protocolo de Vigilancia Activa. En esta, se pueden realizar análisis de sangre regulares de seguimiento, tactos rectales y biopsias de próstata, para controlar el avance del cáncer. Si las pruebas muestran que el cáncer avanza, puedes optar por un tratamiento con intención curativa, como una cirugía o la radiación.

Cirugía

La cirugía para el cáncer de próstata supone extirpar la próstata, parte del tejido circundante y algunos ganglios linfáticos (Prostatectomía Radical)
Es una opción para tratar el cáncer que está limitado a la próstata.
Para tener acceso a la próstata, los cirujanos pueden utilizar diversas técnicas: Prostatectomía Radical a Cielo Abierto, Prostatectomía Radical Laparoscópica y Prostatectomía Radical Robótica.

Radioterapia

La radioterapia utiliza energía de alta potencia para destruir las células cancerosas. Los tratamientos con radioterapia para el cáncer de próstata incluyen la Radiación de haz externo y la Braquiterapia.
Durante la radioterapia de haz externo, te recuestas sobre una camilla mientras una máquina se mueve alrededor del cuerpo, y se dirigen haces de energía de alta potencia, como rayos X o protones, al cáncer de próstata. En general, los tratamientos de radiación de haz externo se realizan cinco veces por semana, durante varias semanas.

La radiación de haz externo es una opción para tratar el cáncer que está limitado a la próstata. También puede usarse después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado si hay riesgo de que el cáncer pueda diseminarse o recurrir. La radioterapia también puede ayudar a hacer más lento el crecimiento del cáncer de próstata que se disemina a otras zonas del cuerpo, como los huesos, y aliviar síntomas, por ejemplo, el dolor.

Radiación en el interior en el cuerpo (braquiterapia). La braquiterapia supone colocar fuentes radioactivas del tamaño de un grano de arroz en el tejido prostático. La radiación está contenida en semillas radioactivas del tamaño de un grano de arroz que se introducen en el tejido prostático, y administran una dosis baja de radiación durante un período prolongado. La braquiterapia es una opción para tratar el cáncer que no se ha diseminado fuera de la próstata.

En algunas situaciones, los médicos pueden recomendar ambos tipos de radioterapia.

Otras terapias focales para el Cáncer de Próstata

Congelación de tejido prostático. La crioablación o crioterapia para el cáncer de próstata implica usar un gas muy frío para congelar el tejido de la próstata. Se deja enfriar el tejido, y se repite el proceso. Los ciclos de congelación y de descongelación destruyen las células cancerosas, así como parte del tejido sano circundante.

Calentamiento de tejido prostático. El tratamiendo con ultrasonido enfocado de alta intensidad (HIFU) usa la energía concentrada del ultrasonido para calentar el tejido de la próstata y hacer que muera.

Estas nuevas terapias focales aún se encuentran en etapa de desarrollo y se suelen utilizar como parte de Estudios Clínicos. Estas investigaciones buscan demostrar si la crioterapia o el ultrasonido enfocado de alta intensidad pueden ser una opción para el cáncer que está limitado a la próstata.

Terapia Hormonal

La terapia hormonal es un tratamiento para hacer que el organismo deje de producir la hormona masculina testosterona. El crecimiento de las células del cáncer de próstata depende de la testosterona. Suspender el suministro de testosterona puede hacer que las células cancerosas mueran o crezcan más lentamente.
Las opciones de terapia hormonal comprenden:

• Medicamentos que le impiden al cuerpo producir testosterona.
• Cirugía para extirpar los testículos (orquiectomía). Extirpar los testículos reduce los niveles de testosterona en el cuerpo de una manera rápida y significativa. Pero a diferencia de las opciones con medicamentos, la cirugía para extirpar los testículos es permanente e irreversible.

La terapia hormonal con frecuencia se usa para tratar el cáncer de próstata avanzado al reducir el cáncer y hacer más lento su crecimiento.
La terapia hormonal a veces se usa también antes de la radioterapia para tratar cáncer que no se ha diseminado más allá de la próstata. Ayuda a reducir el cáncer y aumenta la efectividad de la radioterapia.

Quimioterapia

La quimioterapia puede ser una opción para tratar el cáncer de próstata que se ha diseminado a otras áreas del cuerpo. También puede ser una opción para los tipos de cáncer que no responden a la terapia hormonal.

Inmunoterapia

La inmunoterapia utiliza el sistema inmunitario para combatir el cáncer. El sistema inmunitario, que combate enfermedades en tu cuerpo, quizás no ataque el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que ayudan a ocultarlas de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia funciona al interferir con este proceso.